La prostitución, en la última década, está viviendo una transformación profunda debido a la generalización de los teléfonos inteligentes y la ubicuidad del acceso a Internet. No se trata meramente de un desplazamiento de algunos aspectos de la interacción y contacto —publicidad y comunicación, teléfonos, servicios, pagos, etc.— a modalidades on-line, sino de una reorganización de la práctica modificando los espacios, el desarrollo de los encuentros y los tiempos.
A pesar de esta transformación de la actividad se debe entender la prostitución como una institución, es decir, como un sistema de pautas de comportamiento reguladas y estables en el tiempo (Ariño, 2022). No existe prostitución sin terceras personas que intervienen, organizan y se lucran. No nos encontramos ante una prostitución menos organizada, como si hubieran desaparecido todos los intermediarios (redes, proxenetas, familias, madames, etc.) y hubiera pasado a ser una práctica autónoma e independiente. Más bien, estamos presenciando la disputa entre varios modelos prostitucionales en donde se han incorporado nuevos agentes de intermediación (plataformas y agencias).
Aunque estas terceras personas desaparecen aparentemente de las webs de contacto, exponiendo la prostitución como una experiencia más entre dos personas libres y en igualdad de condiciones (con un sistema de valoraciones), esto no se cumple. El estudio de cerca de 450 mil anuncios y 21 mil reseñas de prostitución constatan cómo las desigualdades de género, edad, clase y etnia son también evidentes en la web. Y hay hechos sociales que cualquiera de nosotros debemos tener presente para el debate político.
Desigualdad de género
En la práctica de la prostitución, la inmensa mayoría de las personas demandantes son hombres y la inmensa mayoría de las personas prostituidas son mujeres. La magnitud de este «hecho social» revela y expresa la desigualdad de género imperante en nuestra sociedad (Ariño, 2022). El estudio de las encuestas junto con el análisis de reseñas en Internet apunta que el 99% de los demandantes son hombres mientras que el perfil del anunciante de prostitución es mayoritariamente mujer (78%-94%), transexual (5%-17%) y hombre (2-6%) en función de la web de contacto consultada. En cambio, en otros espacios como la calle o clubes, la diversidad se reduce aún más y las mujeres representan prácticamente la totalidad.
También se ha analizado el perfil del demandante de prostitución más allá de la diferenciación del género. El alto consumo de pornografía, la baja presencia del relato romántico para tener encuentros sexuales, la visión machista de la mujer en sociedad, tener bajos niveles de estudios o ser creyente pero no practicante son algunas de las variables que resaltan en el segmento de los demandantes frente al resto de la población masculina y que permite acotar un perfil socio-cultural.
Desigualdad de edad
La circulación de reseñas en foros de demandantes permite definir la distribución de edades entre los demandantes y anunciantes de prostitución.
A simple vista, se aprecia una clara asimetría. En el caso de las personas anunciantes, la distribución se concentra en unos pocos años, entre los 18 y los 30 fundamentalmente, ubicándose el pico en los 25 años. En cambio, entre los demandantes, la distribución de sus edades se halla más dispersa y la mediana se encuentra en los 37 o 38 años, dependiendo del foro consultado. Esta lógica de asimetría de edad tiene su expresión más sangrante en la explotación de menores, fenómeno creciente.
Desigualdad de clase
En la inmensa mayoría de los intercambios, también la inmensa mayoría de las mujeres en situación de prostitución pertenecen a estratos sociales más bajos que los de sus demandantes, tanto en el nivel socioeconómico como en el cultural-educativo y, o bien, han sido forzadas a ello directamente (trata) o se han visto obligadas por circunstancias de vulnerabilidad y fragilidad personales o familiares, que se han presentado a la conciencia individual como insuperables. La excepcionalidad de ciertos casos no cambia el carácter fundamental del hecho, que expresa y revela la desigualdad de clase (Ariño, 2022).
Desigualdad étnica
En una economía globalizada, se produce un desplazamiento y sustitución de las mujeres nativas (procedentes de migraciones internas desde el mundo rural a las ciudades) por las migrantes de terceros países, que pertenecen a zonas y familias en clara posición social de desventaja, pero que, además, sufren el estigma de la diferencia étnico-cultural (Ariño, 2022). Esta particularidad refleja y expresa la desigualdad étnica.
En cuanto al país de procedencia, Médicos del Mundo sostiene que el 80% de las personas atendidas por ellos en España son extranjeras y el 20% son españolas. Efectivamente, el informe ratifica desde el principio este proceso de extranjerización y de sustitución de las autóctonas por las migrantes externas. Sin embargo, los porcentajes proporcionados por Médicos del Mundo podrían corresponderse bien con la prostitución de calle y de clubes, pero en Internet podría ser algo inferiores, en el sentido de que, según las webs estudiadas, los porcentajes de mujeres extranjeras oscilarían entre un 68% y un 75%, moviéndose los correspondientes porcentajes a españolas entre un 25% y un 32%.
Reorganización de las prácticas, los espacios y los tiempos
La plataformización consiste en la penetración de infraestructuras digitales en los distintos dominios de la vida social. Esto es lo que, como se ha visto, está sucediendo vertiginosamente en el campo de la industria del sexo y, dentro de ella, en la prostitución.
La utilización de tecnologías digitales ha trasladado buena parte de la práctica de la prostitución de la calle y los clubes de alterne a otros espacios como los pisos de las anunciantes, hoteles, locales de agencias, los hogares de los consumidores o centros de masajes eróticos que escapan más fácilmente de la mirada vecinal y del control policial. Lo novedoso ahora, es que se produce una disociación entre el contacto (marketing digital) y el encuentro que se ajusta más a las preferencias del demandante.
Las personas en situación de prostitución han tenido que hacer suyos nuevos lenguajes y un nuevo marketing sexual de presentación con todo lujo de detalles para que el demandante pueda refinar su búsqueda a partir de aspectos físicos, ofertas, proximidad, procedencia, servicios ofrecidos e incluso acceso a aparcamiento o copa gratuitos. Este refinamiento en la búsqueda permite que el encuentro se ajuste más a las preferencias del demandante y por tanto dé lugar a una dispersión de los espacios prostitucionales por el tejido urbano, en vez de abandonarlo. Este es el fenómeno ascendente de los pisos.
El informe estima que en España hay entre 4.900 y 5.300 de estos apartamentos. Véase en el siguiente vídeo la dispersión de los mismos a lo largo de las principales ciudades de España:
En la década de 1990, había barrios específicos en las ciudades dedicados a la prostitución. A través de una serie de políticas públicas, esta práctica se sacó de las ciudades y se asentó el modelo de los clubes de alterne con luces de neón y alineados en las autopistas de las periferias urbanas. Hoy, el modelo de los clubes está perdiendo peso y, como consecuencia, los horarios también están cambiando. Mientras los clubes están más enfocados a una consumición grupal de viernes y sábados en horario nocturno. Los anuncios de internet, que posteriormente dan lugar a encuentros sexuales en los pisos, se dan más durante la jornada laboral y sus intersticios, de lunes a viernes.
La movilidad de anunciantes entre ciudades
Todas estas transformaciones hacen de la prostitución a un tiempo un fenómeno más móvil, más ubicuo, capilarizado y disperso; pero, sobre todo, más invisible y más normalizado (Ariño, 2022). A esto hay que añadir lo que vienen advirtiéndonos los informantes estratégicos que trabajan sobre el terreno: la dificultad de establecer un contacto constante en el tiempo con las personas en situación de prostitución. La alta movilidad por el territorio español imposibilita tejer una red de trabajo social por parte de ONGs e instituciones.
Durante el primer cuatrimestre de 2022, se ha estado monitorizando semana a semana los anuncios de la web de contacto Slumi. De cada anuncio se proporciona información de la ubicación ofrecida por las anunciantes. Así pues, se ha podido establecer un mapa de la movilidad nacional de las personas en situación de prostitución. Durante apenas 4 meses de observación, un 5,1% de las anunciantes en Slumi se ha anunciado en localidades distintas. Se han registrado un total de 2746 viajes que permiten definir los principales flujos de movilidad. La aplicación de medidas de centralidad junto con la optimización de la modularidad sobre la red permite un análisis más profundo. El denso flujo entre determinadas urbes propicia la unión de localidades en grupos y, a su vez, estos tienen una distribución geográfica.
Como resultado, se observan 3 grandes clusters diferenciados geográficamente. Por un lado, una movilidad interna en Cataluña (color azul) junto con algunos pueblos de la Comunidad Valenciana. Barcelona como gran metrópoli pertenece a otro grupo (color violeta), el motivo es que una gran parte de su movilidad se nutre principalmente de otras ciudades altamente pobladas como Madrid, Mallorca, Alicante o Valencia. Por último, se encuentra el cluster de color verde que se expande por el litoral atlántico, pasando por Aragón, Castilla la Mancha y Extremadura.
Ahora bien, la cuestión central sigue siendo si este formato prostitucional no es más que la aparición de las nuevas formas de subordinación y explotación de las mujeres y, en ese sentido, una expresión de patriarcapitalismo o bien una simple transacción comercial. Las fronteras entre comprar cualquier objeto y comprar sexo quedan totalmente desdibujadas y banalizadas en las plataformas. (Ariño, 2022) ¿Qué clase de relación social es una interacción prostitucional? ¿Es una simple relación sexual de un mundo que ha conseguido por fin la emancipación sexual? ¿No es más que una más de entre las muchas modalidades de relación sexual? ¿La liberación comercial equivale a emancipación? Mi respuesta es clara: NO. En cualquier caso, la exploración de lo que sucede en Internet va a ser vital para ir radiografiando la prostitución en los próximos años.
Metodología:
(Ariño, 2022) El presente artículo ha sido compuesto por varios extractos del informe La prostitución en la Comunitat Valenciana. Una mirada sociológica cuyo autor principal es Antonio Ariño junto con algunos párrafos adicionales con información relativa a toda España. Aunque el carácter del informe se hace con la mirada puesta en Comunidad Valenciana, siempre que se tenía, hemos proporcionado el dato equivalente para todo el territorio español. Así pues, los gráficos presentados forman parte del último capitulo del informe, V La prostitución en las plataformas.
MsP = Mujer en situación de prostitución
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