Incidencia acumulada, un indicador engañoso en los inicios de las olas

Los retrasos en las notificaciones han generando una imagen irreal de la segunda y tercera ola en algunas autonomías. El 4 de enero la Comunidad Valenciana notificaba una incidencia acumulada de 322, semanas más tarde, hemos sabido que en realidad era del doble.
Los retrasos en las notificaciones han generando una imagen irreal de la segunda y tercera ola en algunas autonomías. El 4 de enero la Comunidad Valenciana notificaba una incidencia acumulada de 322, semanas más tarde, hemos sabido que en realidad era del doble.

Esta tercera ola ha afectado especialmente a la Comunidad Valenciana. Además, semanas más tarde hemos sabido que la gravedad de esta ola era mayor de lo que se comunicó en un primer momento. Por otra parte, han habido algunas comunidades como Cataluña, Murcia o Castilla la Mancha que, a pesar de no tener una incidencia acumulada tan alta, han tenido importantes retrasos en la notificación de la incidencia. Estos síntomas de colapso en la detección temprana de una ola probablemente impliquen demoras en la toma de decisión y aplazamientos de las medidas de contención. En ocasiones varias semanas.

La incidencia acumulada a 14 días se calcula sumando los casos positivos detectados en ese periodo y se divide por la población de la zona de estudio. Esto nos permite comparar entre diferentes regiones cuyo número de habitantes es distinto. Este indicador se ha utilizado desde prácticamente el inicio de la pandemia como el más importante, dado que proporcionaba una imagen del nivel de contagio que se estaba produciendo mucho más fiel a la realidad que otros indicadores menos estables.

Diariamente, cada comunidad suma los positivos en los últimos 14 días y calcula la incidencia acumulada que vemos en los PDFs publicados por el ministerio de Sanidad. Sin embargo, cuando alguna ccaa notifica día tras día un 50 o 60 % de los casos positivos reales que hubo en los días anteriores, el porcentaje restante nunca aparece reflejado en la incidencia acumulada de los PDFs.

Desconocemos si esta práctica pretende ocultar el dato, pero lo cierto es que las comunidades autónomas, semanas más tarde, actualizan el número de positivos que hubo para un día concreto. De este modo, hemos podido reconstruir cuál fue la incidencia real acumulada. Sin embargo, estos retrasos justo en el momento de crecimiento de la curva pueden parecer una pequeña subida de casos, cuando en realidad se trata del inicio de una gran ola.

Independientemente de la comunidad, vemos que para aquellas que han tenido mayor retraso, el desfase se ha pronunciado en la parte izquierda de las olas, es decir, cuando están creciendo. Una vez superado el pico de la ola, la diferencia se reduce, la incidencia real y la que se notificó se alinean. Incluso en los descensos de las olas, en alguna ocasión la IA notificada es superior a la real. Aunque es cierto que en esta tercera ola aún se podrían añadir nuevos casos que alterarán esta conclusión, en la segunda ola se aprecia este comportamiento.

Si nos fijamos exclusivamente en la diferencia entre la incidencia real y la que se notificó a lo largo del tiempo, al representarla en el eje vertical en un gráfico, vemos cómo claramente la Comunidad Valenciana ha tenido grandes dificultades en la tercera ola. 

De este mismo gráfico vemos que Madrid, Baleares, Murcia o Castilla la Mancha también tuvieron retrasos en las notificaciones desde mediados de agosto hasta finales del mes de septiembre a pesar de que la incidencia acumulada era menor. Más tarde, en la segunda ola, Cataluña, Murcia, C.Valenciana o Andalucía fueron las comunidades con más dificultades a la hora de notificar. Los retrasos llegaron hasta tal punto que los niveles de incidencia que se notificaban, en realidad ya se habían superado una semana antes.

Por último, hemos querido contar el número de días en función de la proporción de la incidencia notificada frente a la real. Considerando solo los días cuya incidencia era superior de 100, vemos que la distribución de las proporciones entre lo notificado y lo real es bien distinta entre comunidades. 

Las comunidades que mejor han ido comunicando y por tanto, el escenario que dibujaban, casaba más con la realidad son Cantabria, Navarra, La Rioja o Canarias donde los días se concentran en la parte derecha del gráfico. Esto significa que cerca del 95% de los casos reales ya se notificaron el primer día.

En el caso contrario, vemos como Cataluña tiene una distribución más plana, lo cual quiere decir que ha sido una de las comunidades con mayor retraso en las notificaciones. Pero además, el color indica el número de días con una incidencia superior a 100, así pues, ha sido la comunidad con más días por encima de 100 en la incidencia acumulada.

A modo de conclusión, cabe destacar que desde el 4 de enero hasta el 18 de enero, la Generalitat Valenciana, día a día notificó una incidencia acumulada cercana a la mitad de la incidencia real. Ante estas incoherencias y la inminente llegada de una cuarta ola, las comunidades autónomas deben hacer el esfuerzo por notificar la gran mayoría de los casos en los primeros días. De lo contrario, pueden mostrar una imagen irreal de la situación. Esto puede tener dos derivas: o bien la sociedad no ve la gravedad de la situación y no actúa en consecuencia, o bien las medidas de contención se ralentizarán, aumentando así el número de positivos.

Metodología:

El retraso de notificación de casos se calcula comparando los datos de Incidencia Acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes (IA14) publicados diariamente en las actualizaciones del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) frente a la serie histórica de casos revisada diariamente por el Instituto Carlos III (ISCIII). Ambos datos son recopilados y publicados por Datadista en su repositorio público COVID 19.

Mediante la serie de datos proporcionada por el ISCIII podemos consultar los casos que hubieron día a día en una comunidad autónoma concreta. Para calcular la IA14 de una comunidad y día concreto bastaría con sumar los casos de los 14 días previos al día calculado (inclusive), dividirlo por la población de la comunidad y multiplicarlo por 100.000. A continuación vemos un ejemplo ficticio de cálculo:

Supongamos que durante 14 días seguidos, la Región de Murcia notificó 100 casos cada día, esto sumarían un total de 1.400 casos. Sabemos que la región de Murcia tiene 1,488 Millones de habitantes. De esta forma:

1.400 / 1.488.000 x 100.000 = 94 casos por cada 100.000 habitantes

Obtenida esta IA14 de 94 casos por cada 100.000 habitantes, lo compararemos con el dato publicado por el CCAES para ese mismo día. Si, por ejemplo, hubieran publicado una IA14 de 50, tendríamos:

54 / 94 = 57 %

Es decir, en este supuesto la IA14 notificada habría sido tan solo un 57% de la real, infraestimando la incidencia real.